Famoso por su pastel, este lugar tiene un túnel oculto que permitía a los católicos caminar en secreto a la iglesia durante la Reforma.
Con sus paredes marrones, candelabros que emiten una luz tenue y una exhibición de hermosos platos y azulejos de Delft, el restaurante ofrece un lugar cálido y acogedor para tomar una bebida caliente o una porción estelar de pastel de manzana. Pero debajo de su cómodo exterior se esconde una historia oculta de resistencia religiosa.
En el barrio Jordaan de Ámsterdam, los feligreses entraron una vez en secreto a una iglesia a través de un túnel que pasaba por debajo del canal. Ese túnel se abrió en el edificio que alberga el Café Papeneiland, y todavía se puede ver hoy. El mismo nombre del café es un guiño a esta historia: Papeneiland significa “isla de los papistas”, haciendo referencia a cómo el edificio era un santuario para los católicos romanos, que también eran conocidos como “papistas” debido a su lealtad al Papa.
Papeneiland está situado en uno de los rincones más pintorescos de la ciudad, justo al lado del encantador Noordermarkt (un glorioso mercado de comida y baratijas) y en la intersección de dos de los canales más hermosos de Ámsterdam: el impresionante Browersgracht (Canal de la cerveza) y el Prinsengracht.