Ubicado posiblemente en una de las casitas de canal más románticas de Ámsterdam, el restaurante Watergang aprovecha al máximo su reducido espacio.
Nos sentamos en la entreplanta, con vistas al resto del restaurante. No hay carta: solo cinco platos fijos, más maridajes de vinos si se desea, aunque las restricciones dietéticas parecen ser fáciles de adaptar (dentro de lo razonable).
Todos los platos me parecieron muy logrados, y los maridajes de vinos, acertados. Pero mis favoritos fueron el tartar de salmón con beurre blanc de hierbas y la panceta de cerdo con mejillones y caldo tailandés de leche de coco.
Este último maridaba a la perfección con el acertado vino blanco “Par Amour”: un Auxerrois (una uva menos conocida que se da bien en climas fríos) de una región francesa de la que nunca había oído hablar: Champlitte. Era mineral y delicado, pero con un cuerpo jugoso y pleno que compensaba a la perfección el picante y el dulce sabor del plato.
Experiencia
Gran experiencia gastronómica es este restaurante, la comida estaba realmente exquisita, todo está muy muy bueno, sabroso y bien combinado, una delicia. La atención excelente y el sitio acogedor, con encanto y muy hogareño. El precio muy bueno, no es nada caro. Muy recomendable! Sin duda para repetir, no puedes irte de Amsterdam sin probar este sitio, es de 10.
+INFO
- Weteringstraat 41, 1017 SM Amsterdam, Países Bajos
- WEB
- +31638678170
- 4.9 en GOOGLE
- 4.5 en TRIPADVISOR
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